Dicen que no es más ciego que el que no quiere ver. Eso dicen, yo no lo digo. Yo donde voy: veo y escucho. Son mis costumbres. Es lo que es. Tengo un radar para los aprendizajes y tengo un sexto sentido para descubrir lecciones para ser mejor persona; ser más amables, más empáticos y cercanos. ¿No me crees?
Lee atentamente.
El otro día escuché de refilón a unos domingueros de 50 y tantos años, mientras pasaban corriendo por mi lado.
-"Yo tengo carácter" , uno decía.
-"Claro, todos tenemos carácter… A la que el otro respondía.
- "Yo estoy aprendiendo a ser menos impulsivo, menos egocéntrico y a pensar antes de actuar", continúa el primero.
¡Qué lección tan poderosa!
Muchas veces pedimos a nuestros hijos: que aprendan, que crezcan, que maduren… pero, ¿y nosotros?
Si estos “domingueros cincuentones” aún están se están trabajando en cómo gestionar sus emociones, ¿qué hacemos exigiendo cosas imposibles a los peques de la casa?
¿Lo ves?
Hay esperanza.
El cerebro es plástico y está en continuo proceso de aprendizaje.
Cada día es una oportunidad para ser un poco mejores y enseñarles, con el ejemplo y el AMOR que aprender y crecer es un viaje que nunca termina.
Así que, antes de pedir a nuestros hijos paciencia, empatía y que no piensen tanto en ellos mismos, recordemos que, como padres, también estamos aprendiendo. Al final, ¡todos tenemos algo de “esos domingueros” en este viaje de crecimiento! Por favor, un poco de humildad. Por si todavía no lo tienes: Diario de gratitud Pd: arriba el link. *** Escribo cada día para inspirarte y hacer que no te arripientas de como has criado a tus hijos. Sin culpas, ni lamentos. Si quieres estar en PAZ, súmate a la tribu. Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes. *Suscríbete a la Japiletter
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