En otoño de 1995 nacieron dos niñas, eran gemelas y prematuras.
Guapas y preciosas.
Pesaban tan solo 2 kilos.
Llenas de sueños y esperanzas.
2 kg. Todo iba bien, pero su peso. 2 malditos kilos.
Bien. Brielle y Kyrie luchaban por sus vidas en incubadoras especiales.
Kyrie era la gemela más fuerte, prosperaba, mientras que Brielle luchaba por sobrevivir. (la vida te da unas fichas, y cada uno juega su partida).
En un momento dado, la respiración de Brielle se volvió superficial y su ritmo cardíaco descendió.
Mierda.
Mierda
Mierda.
Los médicos hicieron todo lo posible, pero nada funcionó.
J*der.
Piensa.
¡Maldita sea!
Hasta que una de las enfermeras tuvo una idea: poner a los bebés juntos en una incubadora.
¿Las dos hermanas juntas? (Eso nunca se había hecho en Estado Unidos hasta la fecha)
Ocurrió algo increíble.
En cuanto Kylie fue colocada junto a su hermana, extendió la mano y abrazó a Brielle. De repente, el ritmo cardíaco de Brielle se estabilizó y su temperatura volvió a ser normal.

Gracias a ese abrazo fraternal, se descubrió el poder del tacto y se salvó al bebé. Aprendizaje: un abrazo te puede salvar la vida. *** Cada día un correo con una idea. Puedes leer los correos o puedes ignorarlos. Si quieres lo mejor para tus hijos: aquí te unes
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