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¿Slow parenting: un mito o una realidad?

Actualizado: 20 feb 2023

Slow parenting


Quizá te suene a chino. O a japones.


Los anglosajones se inventan casi todo y este termino viene a significar crianza lenta o simple.


Supongo que mi abuela ya lo hacía en el pueblo. No es nada nuevo.

No tenía TV ni laptop, ni Ipad.

Por no tener no tenía ni luz. Ni plátanos.


Vale, ahora no estamos en el pueblo sin luz. Ahora tenemos 4G y todos los Megas y Gigas del mundo.


A lo que iba.

¿Abrumada? ¿Haces malabares con tus hijos, trabajo nutricional a tiempo completo, comidas, extraescolares y no encuentras tiempo para ti?


Quizá necesitas conocer slow parenting. ¿Mito o realidad?


Dicen que es un estilo de vida que permite a las personas cuidadoras a recuperar sus vidas ralentizando el ritmo cotidiano y centrándose en el tiempo de calidad en familia. Este enfoque anima a las (ma)padres a cultivar vínculos significativos con sus hijos en lugar de limitarse a realizar las tareas a toda prisa.




1. Beneficios del Slow Parenting.


  • Estar más en contacto con las necesidades individuales de tus hijos y guiarles al tiempo que les permites ejercitar la autoexpresión y la creatividad.

  • Enseñar a tomar decisiones sanas, ya que aprenden que la vida lleva su tiempo y que no hay que apresurar la felicidad.

  • Aprender a correr riesgos y a cometer errores.

  • Dar la oportunidad de reflexionar despacio aprendiendo a pensar por sí mismos. Con las prisas sólo hacen lo que se les dice, sin plantearse el porqué de las cosas.

  • Si no se les carga de tantas tareas están más descansados y disfrutan más de lo que hacen. Si están agotados no rinden bien (en la escuela o en cualquier actividad que emprendan) y esto también les lleva a aburrirse con mayor facilidad.

  • Las prisas y el estrés hacen que los adultos nos portemos con ellos con más brusquedad y gritemos, se generen malos modos, e incluso discusiones. Los ratos pausados son propicios para tratarles con afecto y demostrar el verdadero amor que sentimos por ellos. Esto fortalecerá su autoestima.



2. Cómo practicar el slow parenting en casa.


Como te imaginas este tipo de crianza (con enfoque consciente), favorece el tiempo de calidad frente a la cantidad de actividades.

Enseña a los niños lecciones importantes como la independencia y la responsabilidad, al tiempo que crea vínculos significativos entre p(m)adres e hijos.

Para practicar la crianza lenta en casa, céntrate en la conversación en lugar de tener siempre algo planeado para que hagan los niños. Adopta el hábito de comer en familia sin pantallas y pasa más tiempo al aire libre.


Puedes fomentar las actividades que utilicen la imaginación, como construir cabañas, fuertes o trabajar en proyectos de manualidades.


Y, lógicamente, asegúrate que tus hijos descansen y evita el agotamiento semanal por compromisos interminables.




3. FOMO (Fear Of Missing Out), slow parenting y niños.


¿Te suena?


No te lo puedes perder. Haz esto. Ve aquí, ve allí.


Te ansia viva el FOMO y quieres rellenar todos tus huecos con actividades para tus peques.


Llevar un estilo de vida más pausado con los niños es una forma excelente de detenerse y disfrutar de los placeres sencillos de la vida.

Dedicar tiempo a estar al aire libre, aprender y relacionarse en familia puede ayudar a reducir el estrés y aumentar la felicidad general.


Crear rutinas y sistemas que te funcionan permite a las (m)padres a tomarse un tiempo de descanso cuando lo necesitan.

Y asegúrate de que al menos una de las actividades diarias sea algo divertido o educativo que ofrezca oportunidades para estrechar lazos, (con un tiempo de NO pantallas, SI familia).




4. Por qué bajar el ritmo es tan importante para la unión familiar.


En la sociedad actual es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida cotidiana, pero ¿a qué precio? Con demasiada frecuencia, las familias se desconectan unas de otras debido a nuestro ritmo de vida acelerado.


Ralentizar el ritmo de vida es una forma importante de que las familias vuelvan a conectar y restablecer la unión. Rellenar el diario JapiGuay madre/hijo, tomar tiempo para cenar en familia y hablar de temas significativos o simplemente dar un paseo por la naturaleza puede ayudar a crear un vínculo más fuerte entre p(m)adres e hijos.

Además, bajar el ritmo permite a las personas mirar dentro de sí mismas y hacer los cambios necesarios en su estilo de vida que pueden beneficiar no sólo a su propio bienestar, sino al de toda su familia.


Una atmósfera de paz crea un entorno lleno de amor y comprensión que resulta en una unidad familiar verdaderamente conectada. Bajar el ritmo puede ser justo lo que su familia necesita para volver a la normalidad y reforzar los lazos entre todos sus miembros.




Y ya para finalizar....


Haz lo que quieras con esta información. Yo no soy Dios, ni te digo lo que tienes que hacer. DE hecho no me creas, compruébalo por ti misma y experiméntalo.

Ya me dices si es un mito o una realidad.


Las cosas importantes en la V.I.D.A se cuecen a fuego lento.



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