Hay una cosa que no se puede esconder.
Ni obviar.
Y lo habrás visto.
Seguro.
Y eso está claro para gente con dos dedos de frente.
No hace falta ser ningún experto en redes sociales.
Ni en psicología del Comportamiento y de la Conducta Humana.
Una cosa es ser gracioso y otra muy distinta es ser gilipollas.
No me gusta decir tacos, nunca los digo, pero no encuentro otra mejor palabra para describirlo.
No sé, ayúdame...
Podría decir: bobo, tonto, huevón, melón, cabeza de chorlito, memo…
Y también podrían funcionar.
Conocerás a padres y madres así.
Haberlos haylos.
Estúpidos, digo.
No me refiero a que te caigan mal, me refiero a que se ganen ese título a pulso (a lo GRANDE) por como hacen, dicen y actuan. ¿Ya ves por donde voy? Me refiero a los retos de TIK TOK. Habrás visto cosas como bailes ridículos, donde los niños repiten como un loro los mismos pasos que el padre o madre, o retos con juegos que no parecen nada dañinos.
A priori.
El último, agárrate los machos.
“Romper huevos en la frente de los peques sin reírse”
Obviamente, todo grabado, subido y con sus likes.
A ver, haber, haver...
¿Nos hemos vuelto gilipollas o qué?
Hace tres siglos, en la época industrial, la gente se deslomaba por un chusco de pan.
Tan solo hace 5 décadas, en el pueblo la gente trabajaba en el campo y no tenían ocio ninguno.
Hace menos de 20 años no existían los smartphones.
Ahora, en occidente, ocio se desrvirtua.
Realmente estamos muy aburridos.
Ahora se lleva esto de ridiculizar y humillar a los peques en público.
Desde luego.
Cómo diría mi abuela.
Los tiempos han cambiado.
Y después nos quejamos de la salud mental de la juventud y adolescencia: los suicidios, las depresiones y los trastornos alimenticios y demás...
Amén.
Que yo no digo que dejes de hacer bromas con tus hijos, que no bailes o que los chistes en casa queden prohibidos.
Que no es eso.
Pero que no se te vaya de las manos.
Es importante recordar que el respeto y la dignidad de los niños y adolescentes deben ser prioridades en todas las interacciones en línea y fuera de línea.
Niégate a participar en retos o actividades que humille o avergüence a los hijos.
No te contaré hoy los efectos emocionales y psicológicos negativos a largo plazo que pueden desarrollar los niños.
Hoy no.
Hoy, Se me ocurren varias cosas distintas para remediar tanta gilipollez.
1- Una, postear este artículo y que se haga más viral que el reto del huevo.
2- Dos, dejarte este link con un libro para empoderar a tus hijos y que seguro van a disfrutar de cada página. (O este, no sé).
3- Tres, que te suscribas abajo.
Feliz día
Iván Martínez
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Escribo cada día un aprendizaje para madres y padres con hijos.
Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes.
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