(NOTA: No compartas este juego con gente que te caiga mal. ¡Que se j#d#n!)
Dicen que jugar engrandece el alma.
Ni idea.
Hoy te propongo un juego que puedes jugar esta misma noche con tus hijos.
Tranquila, es fácil (los mejores juegos no necesitan pantallas, ni manuales, ni materiales).
Llámale el "regalo invisible", "el club de los buenos gestos" o "el reto de superhéroes", "misión posible" o...
Decide tú con tus hijos.
Y bautízalo cómo quieras.
No es solo es un juego diferente, sino uno que entretiene y deja huella.
¿Por qué? Porque este juego ayuda a construir algo invaluable: valores. Algo que todo padre /madre quiero.
Y si hay algo que deseas es que tu hijo sea una buena persona.
¿Cómo funciona?
Es tan simple que hasta me da cosa contarlo.
Acompaña a tu hijo a la cama, y háblale de tu secreto. ¿Lo ves? Luces tenues, voz flojita, momento relajado, complicidad de dos. Y secretos. (Los niños aman los secretos).
Cuéntale que hoy ganaste una insignia en "el club de los buenos gestos". Explícale cómo ayudaste a alguien, ya sea con un pequeño gesto o una gran acción. Escuchar, compartir o animar...
Invítale a unirse "al club". Explícale que mañana puede ganar su propia "insignia" con un pequeño gesto de ayuda hacia alguien.
Al día siguiente, pregúntale por sus logros. Pregúntale qué hizo, cómo se sintió y a quién logró ayudar. Celébralo y diseña con él un símbolo "insignia- dibujo" del CLUB que represente su acción.
Repite el ritual.
Comparte tus logros y ayúdale a pensar en nuevas ideas para sus próximos "gestos”.
Este sencillo juego no solo se convierte en un hábito, sino en una forma de vida.
¿Por qué? Porque VIVIR y EDUCAR es lo mismo. ¿Por qué?
Porque los niños aprenden más de lo que hacemos y sentimos que de lo que decimos.
Cuando juegas con ellos a “al CLUB de los buenos gestos”, les estás enseñando, sin sermones, valores esenciales:
Empatía
Colaboración
Resolución de conflictos
Autoestima
Liderazgo
Habilidades sociales
Iniciativa - toma de acción
Y, lo más importante: les enseñas a encontrar la felicidad en ayudar a otros.
¿El resultado?
Un día cualquiera mientars estás en el parque
"Tu hija Maripili a ayudado a mi hijo Fulano a ponerse la chaqueta, ¡gracias!"
Ese día llegará.
Tarde o temprano llegará.
Y tu orgullosa pensarás: este juego funciona.
Pero recuerda:
Este juego no empieza con ellos.
Empieza contigo.
Sé su modelo.
Sé ejemplo.
Porque no hay mejor enseñanza que la del ejemplo.
***
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