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Cinco peligros de sobreproteger a tus hijos


Como persona cuidadora quieres lo mejor para tus hijos y esto incluye proporcionar a tus hijos la mejor experiencia de vida posible. Quieres mantenerlos a salvo y ayudarles a alcanzar su máximo potencial. Por eso es importante comprender los efectos que la sobreprotección puede tener en tus hijos a medida que crecen. Desde frenar el sus toma de decisión a perjudicar el crecimiento emocional, he aquí cinco consecuencias de la sobreprotección en tus hijos.




1. Los niños sobreprotegidos pueden tener dificultades para adaptarse al mundo real y manejar situaciones difíciles por sí mismos.


Los niños sobreprotegidos también llamados niños "burbuja" tienen a mamás y papas que con agendas repletas de cosas para ellos. Lo tienen todo bajo control y no se les escapa nada. A priori. Se olvidan que sus hijos se convierten en seres dependientes y pueden tener dificultades para adaptarse y enfrentarse al mundo real y manejar situaciones cotidianas por ellos mismos. Esta dificultad puede surgir de la falta de exposición a la toma de decisiones independiente, la resolución de problemas y la asunción de riesgos. Cuando los niños están sobreprotegidos, a menudo se les priva de la oportunidad de aprender habilidades esenciales para la vida, como la resolución de conflictos, la solución de problemas y el pensamiento creativo, con el fin de gestionar situaciones desconocidas o inesperadas. Sin esas habilidades, pueden llegar a depender excesivamente de los demás para que les guíen o incluso paralizarse por la incertidumbre cuando se les presentan situaciones difíciles.



2. Afecta a su autoestima y buscan aprobación externa constantemente.


La sobreprotección puede conducir a una disminución de la autoestima o a una dependencia malsana de la aprobación externa para su afirmación y validación. Al eliminar las oportunidades de expresión auténtica o de exploración de intereses personales, estos niños pueden tener dificultades para desarrollar un sentido de identidad o identificarse de forma diferente a las expectativas de sus padres. Sin una comprensión de cómo afirmar sus propias creencias y valores en un entorno fuera del hogar, quienes fueron sobreprotegidos de niños pueden verse incapaces de expresarse con claridad o confianza en entornos sociales


3. Es posible que no desarrollen habilidades sociales sólidas.


Además, sin acceso a experiencias apropiadas para su edad durante la infancia, como actividades extraescolares o proyectos de trabajo en grupo, los niños sobreprotegidos pueden estar mal equipados para desarrollar relaciones sanas con sus iguales más adelante en la vida, debido a la falta de práctica para aprender a interactuar socialmente en entornos de grupos diversos. Sin oportunidades para la socialización dentro de su propio grupo de edad desde el principio, estas personitas pueden ser incapaces de construir conexiones significativas con los demás en el futuro.



4. Pueden depender más de los demás y tener dificultades para tomar decisiones por sí mismos


El hecho de estar acostumbrados a que todo se haga por ellos puede crearles expectativas poco realistas. Como resultado, pueden sentirse abrumados a la hora de tomar decisiones o cuando se enfrentan a responsabilidades que la mayoría consideraría normales dadas las circunstancias. Esta dificultad en la transición a la edad adulta puede llevar a los niños que han sido sobreprotegidos a una mayor ansiedad y depresión si no se aborda a tiempo mediante asesoramiento e intervenciones adecuadas.


5. Pueden perderse importantes lecciones de vida y tener poca empatía emocional


Por último, una crianza sobreprotectora también puede afectar al crecimiento emocional del niño. Cuando las personas cuidadoras sobreprotegen a sus hijos de todas las emociones negativas, el niño no aprende a enfrentarse adecuadamente a esas emociones ni a manejarlas con madurez cuando sea mayor. Si los padres permiten que el niño se exponga y explique temas difíciles como la tristeza, la ira o el miedo, podrá comprender mejor estas emociones y gestionarlas adecuadamente cuando sea mayor .




Aunque la protección es necesaria para la seguridad de los niños, es importante que encontremos el equilibrio entre proteger a nuestros hijos y fomentar su independencia para que se conviertan en individuos completos capaces de superar los obstáculos de la vida sin depender demasiado del apoyo de sus padres cuando lleguen a la edad adulta. Por difícil que pueda resultar a veces, dejar un poco de espacio a nuestros hijos les ayudará a convertirse en adultos seguros de sí mismos que sabrán manejar mejor las situaciones por sí solos cuando más lo necesiten.

*Por último, cosas que te interesan.

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