Castigar funciona muy bien

Si eras niño en la Edad Media o Renacimiento, podías recibir castigos por parte de los maestros. Aparte de azotes, obvio, había uno que me llama especialmente la atención. El niño, el infractor, se arrodillaba en un rincón del aula sobre una pequeña “alfombra” de maíz, granos de sal o semilla. Esto causaba un intenso dolor en las rodillas cuando se iban clavando en la piel. Esto ya lo sabes, no es nuevo. Los niños llevan sufriendo castigos desde hace siglos. Controlar, corregir, coaccionar y manipular a los más pequeños. Para imponer tu poder y lograr que hagan lo que tú quieras. Te guste o no: castigar funciona. Funciona muy bien. ¿A ti cómo te castigaban? -A me enviaban a mi habitación. -A otros les quitaban la Play1 durante 4 días. - Y muchos se han comido las lentejas de la comida para merendar en el baño. ¡Castigadaaaaa! ¡Porque lo digo yo! (ya no hablo de pegar, golpear, sacudir, o zapatillas voladoras. Hoy no.) Tranquila, aquí no salva nadie. Yo he castigado sin patio a toda una clase de niños de 7 añitos. Castigados, sin jugar. ¿Te imaginas? Es como castigar a un mono a que no se mueva, que no salte de rama en rama y además le quitas los plátanos durante 48h.

Mono, castigado. Terrible. Pobre mono. Castigado Se me olvidaba algo: "castigar funciona: pero solo a corto plazo" Eso sí. Pero a corto plazo. REPITO ESTO: castigar funciona solo a corto plazo. Entendido esto, continuo. ¿Te estoy diciendo que llevas haciendo algo que nunca te funcionará a largo plazo? -Sí, eso mismo. A no ser que quieras enseñar estas habilidades y competencias: Resentimiento, Revancha, Retraimiento, Rebeldía. (Son habilidades muy útiles si eres hijo de Gargamel y de Cruela deVil) Bien. Si quieres fomentar el respeto, la conexión, la empatía, la resiliencia y la comunicación Feliz día Iván Martínez *** Escribo cada día un aprendizaje para madres y padres con hijos. Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes. *Suscríbete a la Japiletter