O lo que es lo mismo, la importancia del lenguaje no verbal en casa.
Llegas a casa, tu hijo está merendando su zumo de naranja en tetrabrik con 30% azúcar y su bollicao, (100% más cremoso que nunca).
Y con la boca bien llena de chocolate te quiere explicar por qué a su amiga Matilde le han castigado sin patio. Él, fresco como una coliflor, quiere contarte todo.
Y tú, agotada.
Cansada, destrozada, solo quieres un rato para ti.
(Es lunes, y no ves el momento de que llegue el viernes)
Jaimito, así se llama tu hijo.
Empieza con esa historia y a los 2 minutos, metes la mano en el bolsillo y sacas el móvil, (por vicio, por hábito...no lo sé) parece que le escuchas pero empiezas a ver videos de gatitos monis en IG. Y luego niños africanos bailando canciones tiktokeras y luego bailes de madres aburridas con su hijos....
Estás en el infinito...mientras tanto Jaimito continua su relato y su bollicao.
Sabes que le quedan unos 10 minutos. Habla por los codos y le encanta hilar anécdotas.
"Entonces Matilde se puso a llorar... Cuando Doña Clotilde, la monja superiora le dijo..." ...Y de repente.
Al final llamaron a sus padres"
Los niños cuentan historias muy largas (sobre todo entre los 4 y los 8 años).
Hay adultos que van por la calle con las orejas muy rojas, fíjate bien por la calle.
Rojas como un pimiento de Almería.
A ver...
Esto es solo un ejemplo ficticio.
Pero es una realidad muy extendida hoy en día.
Los padres y madres, en muchas ocasiones, hacen caso omiso a los mensajes de sus hijos y los hijos se dan cuenta. Su lenguaje oral dice una cosa y su lenguaje no verbal, lo opuesto.
Según un estudio en la Universidad de Springfield, el lenguaje no verbal expresado por los p(m)adres impacta de forma inconsciente en el cerebro del niño. Por ello, todo lo que transmitimos les llegará de forma positiva o negativa en función a la coherencia entre el lenguaje verbal y no verbal.
Mira, la comunicación no verbal es una herramienta increíblemente poderosa cuando se utiliza en el entorno familiar.
Funciona rematadamente bien, si sabes utilizarla. Y solo tienes que hacerla consciente. (Que es mucho).
No sólo puede ayudar a reforzar valores positivos, sino que también puede crear una atmósfera de diálogo abierto y comprensión.
Te dará paz y tranquilidad a largo plazo. PALABRA
Y tu relación con tus hijos será más afectiva y la conexión mucho más fuerte.
¿Quieres un ejemplo para probar mañana mismo?
Sonríe a un niño cuando hace algo bueno o abrázalo cuando esté enfadado.
Ya veras...le comunicarás que sus sentimientos y su comportamiento importan.
¿Quieres resultados positivos en tu casa y con tu hijo?
A los niños les encanta ser abrazados y besados.
Y necesitan ser vistos...
(Mira mamá, mira, mírame, mira lo que hago...)
Un cálido y cuidadoso lenguaje corporal indica cercanía y mirarlos a los ojos evidencia genuino interés.
¿Quieres resultados negativos en tu casa y con tus hijos?
Utiliza comunicación no verbal negativa y verás como les afecta a tu hijo.
Prueba esto..
Utiliza un tono desagradable o gestos agresivos y de desinterés cuando hagas algo con tus hijos. Les envías un mensaje de que poco importan.
Cero.
Tus criaturas este caso se pueden sentir rechazados o decepcionados si esto sucede de manera consistente.
En el caso de Jaimito (de forma inconsciente) sabe que su madre no le escucha. Quizá no se lo diga pero el día de mañana, seguramente, no le cuente tantas cosas como le gustaría.
Hoy es un buen día para ser consciente del lenguaje no verbal qué utilizamos con las personas que tenemos alrededor y que más queremos.
¿Qué puedes intentar y hacer hoy mismo?
Mira a los ojos a tus hijos cuando te hablen.
Deja el móvil en modo avión, ciérralo en una caja fuerte y sácalo solamente cuando sea necesario.
Baja a la altura de tus hijos, sobretodo si son más pequeños, esto demuestra que quieres estar cerca de ellos (emocionalmente) y da seguridad.
Da muchos abrazos y besos a tus hijos (es como decir 100 te quiero)
Utiliza un tono de voz agradable y una postura corporal relajada (Pero también sé firme cuando tengas que corregir)
Utiliza el truco del espejo. Sé el espejo de tus hijos y expresa sus expresiones faciales y el mismo tono de voz, así mostrarás empatía con sus emociones (si está triste asiente con la cabeza, si en cambio sonríe porque está alegre, muestra tu mejor sonrisa).
No sé si te he convencido, pero merece la pena probarlo. Es gratis y los resultados son inmediatos.
Feliz día Iván Martínez *** Escribo cada día un aprendizaje para madres y padres con hijos. Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes. *Suscríbete a la Japiletter
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