¿Te suena? Seguramente los has sufrido de pequeña. Y probablemente haces lo mismo con tus hijos.
Si sacas buenas notas te compro un poni.
Si recoges la habitación durante todo el año abrazaremos a Minnie y cenaremos con Goofy en Paris.
Si te portas bien (siempre, las 24h, de todos los días del año, incluido el 29-F que cae en bisiesto) los Reyes Magos te traerán la Play-5.
Esto lo escucharás en cualquier parque infantil, en la cena del sábado noche en el Mc Donald's o en la plaza del pueblo de Torrelodones.
Es muy común escuchar este tipo de frases entre adultos y niños.
Eso es el chantaje emocional.
Según Sara Noguera, asesora en crianza: "el chantaje es una forma de violencia emocional y de manipulación de poder".
¿Sabes lo peor?
Continúa la experta: "forzamos la voluntad del niño a través de la culpa, el miedo, la intimidación y la amenaza".
1. ¿Qué es el chantaje emocional y por qué es perjudicial?
"El chantaje emocional es una forma de manipulación muy poderosa por la cual las personas cercanas y afectivas nos amenazan, directa o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieran."
Dicho de otra forma, es una manera de forzar la voluntad de los niños mediante amenazas para que hagan lo que a nosotros, loas adultos, nos conviene en un determinado momento.
2. ¿Cómo reconocer las señales de chantaje emocional con tus hijos?
Es necesario contarse verdad. Una forma para conseguirlo es reflexionar a diario sobre la manera y forma en qué te comunicas con tus hijos y observar los resultados que cosechas.
Reconocerlo y aceptar que se hace es el primer paso para poner fin a este comportamiento nocivo.
Es importante hacer este ejercicio de introspección para identificar esos mensajes dañinos que estamos lanzando a los niños continuamente y cortarlos de raiz si realmente queremos educar a nuestros desde el amor y el respeto.
En lugar de usar la culpa o la manipulación para que nuestros hijos hagan lo que queremos, podemos adoptar un enfoque más saludable y positivo.
3. El impacto del chantaje emocional en la relación con su hijo
Mira, voy a ir donde duele (dicen que cuando duele se produce el cambio.)
La utilización de mensajes chantajistas y la manipulación emocional tiene sus consecuencias, irremediablemente la autoestima y la confianza de tus hij@s mermará drásticamente y su inseguridad será cada vez más latente.
Seguramente sentirá humillación, sentimiento de culpa y vergüenza (entre otras emociones que no suman).
Si quieres que tus hijos tengan una tolerancia a la frustración baja, haz chantaje emocional. No falla.
¿Resultado? Niños inseguros, dependientes a las cosas materiales y "obedientes" entre comillas. Serán niños acostumbrados a recibir algo a a cambio de hacer lo que se quiere.
A la vez, el chantaje provoca niños con miedo y sumisos, ya que están acostumbrados a obedecer (eso tendrá consecuencias en el corto y largo plazo).
Seguramente el niño no aprenda durante el proceso comunicativo con el adulto ya que se le estará cortando las alas para poder reflexionar y decir lo que realmente piensa. Provocando así, que en un futuro no tan lejano el niño no sepa tomar decisiones porque ha crecido “sin haber potenciado la autonomía ni la responsabilidad, además de no haber dejado espacio al pensamiento crítico”, según revela la experta.
Vale, ya lo he entendido, ¿y cómo dejo de hacer chantaje emocional a mis hijos?
Es normal que te lo preguntes, no nos lo han enseñado en la escuela. Y, probablemente, lo hayas aprendido y mamado de tus padres y adultos cuidadores.
Es crucial aprender a comunicarse de manera efectiva, expresando nuestras necesidades y deseos de forma clara y respetuosa, sin generar presión o angustia en nuestros hijos.
Nuestra experta dice: "se trata, por tanto, de poner límites y normas con amor y respeto, aunado a un diálogo constante y sano entre padres e hijos".
Nunca.
NUNCA se conseguirán buenos resultados bajo amenazas, coacciones o castigos, sino con acompañamiento, aliento y aprendiendo a asumir las consecuencias.
En última instancia, debemos recordar que nuestros hijos son individuos separados de nosotros, con sus propias preferencias y metas, y que nuestros deseos no siempre se alinearán. Al respetar su autonomía y fomentar el buen desempeño y la toma de decisiones independientes, construiremos una relación más sólida y saludable con ellos.
Pd: El apoyo en terapia familiar o charlas con especialistas, te puede aportar nuevas estrategias de crianza que evitarán el chantaje emocional y mejorarán la relación tus hijos, en un futuro (mucho más cercano de lo que piensas) Feliz día Iván Martínez *** Escribo cada día un aprendizaje para madres y padres con hijos. Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes. *Suscríbete a la Japiletter
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