Hoy te cuento una historia que es de tu interés, aunque si no te quieres emocionar, deja de leer ya. ¡Avisadas, todas!
Mira, hay dos tipos de niños. Los que se están quietos y los que no. ¿Tú eras de las que podías estar quieta y sentada en clase durante 6 h o eras de las que ponías excusas para ir al baño, enviar una nota y/o te dolía la cabeza? Yo era del segundo grupo. Y tengo un alumno que también es del segundo grupo. Lo llamaremos Alfredo. Y es increíble verlo, no puede estar ni 30'' haciendo una tarea. A veces, mete la cabeza entre los barrotes del respaldo de la silla. Otras repta como un cocodrilo por la alfombra del centro de la clase. Y/o pasea por la clase como un árbitro de primera en el campo de fútbol del Bilbao. ¿Sabes? Yo no sé cuál es su propósito en la vida todavía... pero sé que este niño, Alfredo, es brillante. Lo veo y me emociono. ¿Por qué? Te lo cuento con una historia, léela atentamente (no tiene desperdicio)
La prota de 7 años
NO PUEDE SENTARSE... Gillian: es una niña de siete años que no puede sentarse en la escuela. Se levanta continuamente, se distrae, vuela con los pensamientos y no sigue las lecciones. Sus profesores se preocupan, la castigan, la regañan, premian las pocas veces que está atenta, pero nada, Gillian no sabe sentarse y no puede estar atenta. Cuando llega a casa, mamá también la castiga. Así que Gillian no sólo tiene malas notas y castigo en la escuela, sino que también los sufre en casa. Un día, la madre de Gillian es llamada a la escuela. La señora, triste como quien espera malas noticias, la toma de la mano y va a la sala de entrevistas. Los profesores hablan de enfermedad, de un trastorno evidente. Quizás es hiperactiva o tal vez necesite un medicamento. Durante la entrevista llega un viejo profesor que conoce a la pequeña. Pide a todos los adultos, madre y colegas, que lo sigan a una habitación contigua desde donde todavía se la puede ver. Al irse, le dice a Gillian que volverán enseguida y le enciende una vieja radio con música. Como la niña se encuentra sola en la habitación, inmediatamente se levanta y comienza a moverse hacia arriba y abajo, persiguiendo con los pies y el corazón la música en el aire. El profesor sonríe mientras los colegas y la madre lo miran entre confundidos y compasivos, como a menudo se hace con los viejos. Entonces él dice: "¿Ven? Gillian no está enferma, ¡Gillian es bailarina!". Le recomienda a la madre que la lleve a una clase de baile y a sus colegas que la hagan bailar de vez en cuando. Ella asiste a su primera lección y cuando llega a casa le dice a su mamá: "Todos son como yo, ¡allí nadie puede sentarse!" En 1981, después de una carrera de bailarina, de abrir su propia academia de baile y recibir reconocimientos internacionales por su arte, Gillian Lynne se convierte en la coreógrafa del musical “Cats”. Ojalá todos los niños “diferentes” encuentren adultos capaces de acogerlos por lo que son y no por lo que les falta”. ¡Qué vivan las diferencias, las ovejas negras y los incomprendidos! Son quienes crean belleza en este mundo.
Si tienes hijos diferentes, ovejas negras o incomprendido y quieres conocerlos un poco más... Para que les preguntes cosas nuevas y sepas cosas nuevas. *** Escribo cada día un aprendizaje para madres y padres con hijos. Día que no estás dentro, aprendizaje y reflexión que te pierdes. *Suscríbete a la Japiletter
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