"Los niños deben aprender a gestionar las frustraciones, la vida está llena de ellas".   
  - R. Dreikurs

Mira, no tengo intención alguna en que seas experta emocional.

Solo quiero que tengas algunas herramientas para tu día a día y puedas ayudar a tus hijos a que sean mejores personas.

¿Cómo?
Con estas 7 herramientas.

Con este puñado de herramientas conseguirás entablar conversaciones muy interesantes con tus hijos. Reconocerán, identificarán sus estados de ánimo y además, les entrenarás para la vida, consiguiendo que aprendan a autoregularse.



¿Preparada?

Herramienta 1: ¿Y si fuera una oveja…?

Esta es una de mis favoritas, los niños se ríen muchísimo.
Imagina que eres una oveja, mirando detenidamente esta imagen, para identificar cómo se sienten hoy.

Simple: escoge un número del 1 al 9 y explica el porqué.

Esto siempre lo puedes tener colgado en la habitación de tus hijos o en la clase y dejar a los peques que pienses e identifiquen en qué momentos están.




Herramienta 2: Big problem or small problem

Básicamente, tienes que hacer esta pregunta.
¿Es esto un GRAN problema o un problema pequeño?

Esto motiva al niño a pensar y decidir.
Esta simple pregunta  pondrá a sus neuronas a trabajar a destajo y te permitirá entenderlo un poco más.
Aquí, si quieres desmenuzar el problema.





Herramienta 3: El emociómetro.

Te podría contar qué es, pero te la dejo aquí abajo, no te preocupes.

Primero, déjame contarte.
Una vez lo imprimas, verás que es fácil de utilizar, es una herramienta muy intuitiva donde tus hijos/alumnos y tú, os beneficiaréis mucho.
El emociómetro, en cuestión.




Herramienta 4: Diarios molones.

Hoy no te contaré la historia ni el origen de la escritura. Solo te digo que desde hace milenios la gente escribe para contar cosas.

Ahí te dejo unos diarios que funcionan extraordinariamente bien para que tus hijos te cuenten: cómo están y cómo se sienten.
Los diarios molones con un BONUS que no te esperas




Herramienta 5: Las 4 zonas.

Esta herramienta funciona extraordinariamente bien, es muy visual y simple.

Déjame que te cuente más.

Los gringos, que van por delante, lo llaman:”the Zones of Regulation”, o lo que es lo mismo, las zonas de regulación. Fue creado por Leah Kuypers, terapeuta ocupacional estadounidense, para trabajar en escuelas y ayudar a sus alumnos a autoregularse.

Son 4 y están diferenciadas por colores: la zona azul, la verde, la amarilla y la roja.

Y cada una, como te puedes imaginar, está designada para un tipo de sentimientos o emociones.
Las 4 zonas, para que la utilices cuando quieras.



 

Herramienta 6: Mi cuerpo y las emociones.

Un pequeño juego que muchas de las suscriptoras de mi lista ya utilizan en su casa.

Una vez me peleé con mi ex-pareja, tuvimos una discusión muy desagradable, de esas que hacen pupa por dentro. Resulta que al cabo de unos días me salió un herpes por todo el cuerpo.

¿Era el herpes algo casual?

Para nada, mi cuerpo me estaba hablando, yo no lo identifiqué en el momento, pero me ayudó a pensar que si yo no lo sacaba con palabras la próxima vez, mi cuerpo lo sacaría en forma de herpes, dolor de cabeza, dolor de barriga o lo que sea (en un futuro).

Esta herramienta sirve para identificar qué emociones y puntos del cuerpo pueden estar afectando.

No soy ningún experto en medicina, pero esto está demostrado. Cuando las emociones no se expresan, el cuerpo habla.
Pues eso, mi cuerpo y las emociones.




Herramienta 7: El árbol de los monigotes (no binarios)

Los americanos van por delante, (también en obesidad infantil) esto ya lo sabes. Pero resulta que esto no lo han inventado ellos.

El “Blob Tree” lo inventó un británico, ahora te cuento más.

Pip Wilson es un psicólogo experto en el campo de la formación práctica y el desarrollo de la inteligencia emocional. A principios de la década de 1980, junto al ilustrador Ian Long, comenzó a crear los Blob Tree como herramientas psicoterapéuticas.

Los blobs no tienen sexo, edad, ni nacionalidad, solo hablan con lenguaje corporal y son bastante útiles para representar emociones o situaciones sociales.
Solamente tienes que buscar el que más te resuene e identificarte con uno de ellos.
Te dará mucho para hablar con tus peques: el árbol de los monigotes, no binarios

Herramienta 8: El círculo de gratitud.

Sé que te he prometido 7 herramientas.  Pero me gusta el ocho.

Ahí va un bonus.

Mira lo que dice este profe: 
"Incluso antes de que sonara el timbre, mis alumnos sabían que tenían que sentarse, sacar su diario y escribir tres cosas por las que se sintieran agradecidos".

Después de escribir, el profe Mario formó un círculo con sus alumnos y cada uno compartió algo por lo que se sentía agradecido. "No lleva mucho tiempo, unos dos minutos, y aumenta el nivel básico de felicidad de todos", dice. "Esos dos minutos establecen lo que se llama resonancia emocional en el aula, cuando los cerebros se sincronizan de forma positiva porque las personas experimentan emociones positivas juntas".

No hace falta que seas como Mario, lo puedes hacer en tu casa en medio del comedor con post-it amarillos.

¿Te atreves?