5 claves para que tus hijos tengan una autoestima alta.
Las personas cuidadoras tienen que llenar el cubo de la autoestima del niño tanto que el resto del mundo no pueda hacer suficientes agujeros para vaciarlo.
-Alvin Price
A medida que se criamos a los hijos, les queremos brindar las mejores herramientas que necesitarán para construir una vida feliz y exitosa.
Para ayudarles a conseguirlo y ofrecer el set completo, es importante enseñarles la habilidad de la autoestima.
Las personas con alta autoestima se quieren a sí mismas, se valoran y saben que son capaces y dignas. Esto las convierte automáticamente en personas proactivas que toman mejores decisiones, que tienen más números de lograr sus objetivos y tener éxito en lo que se propongan. El resultado probable de esta fórmula: personitas felices, exitosas y emocionalmente sanas. Se destila con un único ingrediente clave: la autoestima.
Muchas personas cuidadoras quieren aumentar la autoestima de sus hijos, pero no saben cómo hacerlo. ¿Los halagas y los llenas de cumplidos todos los días? ¿Evitas qué experimenten el fracaso para que se sientan bien? Estos enfoques pueden parecer razonables, a priori, pero en realidad pueden tener un efecto negativo en la autoestima de los hijos a largo plazo. Los niños desarrollan una autoestima duradera cuando se sienten competentes, aceptados y amados.
Hay cinco formas que pueden ayudar a su hijo a desarrollar un fuerte sentido de autoestima.
1- Ofrece opciones para escoger y asume responsabilidad.
Es importante que le des a tu hijo la oportunidad de tomar decisiones y asumir responsabilidades (asegúrate de que sean para su edad)
Esto le ayudará a sentirse competente y confiado. Cuando a los niños se les permite tomar decisiones, se sienten más poderosos. Esto se debe a que sus elecciones generalmente se limitan a unas pocas opciones proporcionadas por las personas cuidadoras. Por ejemplo, una niña podría elegir entre gofres y crepes para el desayuno.
Los niños también pueden elegir lo que quieren comer, qué ropa quieren usar o en qué actividades quieren participar cuando están fuera de casa. Esta libertad puede ayudar a los niños a sentirse seguros de sí mismos. A la vez, les ayuda a estar mejor preparados para las decisiones difíciles que tendrán que tomar más adelante.
Crear una rutina en casa, donde su habitación sea su templo y hacer que la criatura se haga cargo de ciertas tareas como hacer la cama o doblar la ropa les enseñará (a largo plazo) a funcionar de forma independiente, cuidarse solos y saber gestionar su propio tiempo. Extender esas responsabilidades fuera de casa es otra buena opción, como poner la mesa o fregar los platos.
2- Ofrece cumplidos, pero que sean genuinos.
Existe una idea equivocada circulando por ahí, que nos dice que si ofrecemos cumplidos a nuestros hijos constantemente y les decimos lo guapos que son y que lo hacen todo genial, aumentaremos su autoestima. Nada más lejos de la realidad, estamos consiguiendo justo lo opuesto: crear personitas que piensan que son los más guapos del mundo y que todo lo hacen perfecto, ¡cuánta soberbia. Es una paradoja, ¿verdad? Es justo lo contrario lo que queremos conseguir.
El psicólogo Jim Taylor, explica que ofrecer elogios constantes puede bajar su nivel de exigencia. Al creerse que todo lo hacen perfecto, se esfuerzan menos ya que de todas formas conseguir lo que desean, un cumplido.
Por estas razones, es importante ofrecer cumplidos y elogiar de manera genuina y justifica cuando realmente signifique algo para ellos.
Así como una criatura de menos de 7 años, valora los cumplidos como algo positivo. Criaturas más mayores, sospechan de los halagos excesivos.
En otro estudio, los niños mayores de 8 años creían que recibir elogios efusivos de un profesor era en realidad una señal de mal rendimiento. Se dieron cuenta de que los alumnos con dificultades solían recibir muchos halagos, por lo que creían que era una señal de que el profesor consideraba que el alumno necesitaba un estímulo adicional.
En otro estudio, los psicólogos Jennifer Henderlong Corpus y Mark Lepper, que analizaron durante más de 30 años los efectos de los cumplidos, nos cuentan que los elogios poco sinceros y/o trabajados pueden hacer que los niños piensen que uno siente pena por ellos, que los está manipulando o que simplemente no los entienden.
Así que, aunque pensemos que estamos ayudando a nuestros hijos con elogios ,aunque sean sinceros, puede que en realidad los estén considerando como una señal de fracaso. En su lugar, elógialos por sus logros reales y genuinos.
3- Utiliza los errores y las equivocaciones como oportunidades para reforzar su autoestima.
La autoestima de los hijos se puede reforzar en cualquier momento, ya que el error, la equivocación o el fracaso pueden aparecer en cualquier momento. Hay que aprovechar las oportunidades y enseñarles que son capaces y cómo pueden mejorar.
La profesora de psicología Kathy Hirsh-Pasek dice que es importante que los niños pequeños tengan la oportunidad de jugar y correr riesgos sin sentir que sus padres los criticarán o corregirán.
Anima a tu hijo a tomar riesgos y probar cosas nuevas. Hazle saber que a veces cometerá errores, pero está bien. Luego, déjale en claro que pase lo que pase o haga lo que haga lo continuarás queriendo.
Si solamente resaltamos los momentos brillantes o cuando la criatura saca excelentes, los hijos pueden pensar que el amor que sientes hacia ellos simplemente se basa en sus logros. Sin embargo, si el amor es incondicional y ellos lo perciben de esa manera se verán capaces de aceptar quienes verdaderamente son y esto será un catalizador para alcanzar la buena autoestima.
4- Evita la crítica y el sarcasmo.
¿Quién no ha pensado que sus padres eran superhéroes? No hay que olvidar que también somos humanos y en algún punto todos nos frustramos delante de los hijos y soltamos cosas que no deberíamos haber dicho delante de ellos. ¡Exacto, el EGO nos ganó la batalla!
Los hijos, aunque a veces no lo parezca se quedan con mucha información externa, absorben mucha información de su alrededor, no hay que olvidar que son muy observadores y los mensajes que escuchan alrededor suyo más los que se cuentan sobre sí mismos, pueden tener un gran impacto en su comportamiento.
En treinta años de asesoramiento a niños y familias, el Dr. Barish dice que el problema más común que ha visto es que las personas cuidadoras son demasiado críticas con sus hijos. Los niños quieren tener éxito incluso si fingen lo contrario, quieren que sus padres los aprueben y estén orgullosos de ellos. La forma en que vemos a nuestros hijos (o cómo creen que los vemos) puede tener un efecto profundo en cómo se ven a sí mismos. Por esta razón, es importante evitar el sarcasmo o las críticas duras como "¡Eres demasiado perezoso!", “¡eres un desastre!” o “¡mira qué eres patosa!”. Es normal sentirse frustrado o enfadado con los hijos de vez en cuando. Para. Toma un breve descanso, aléjate, ve al baño, enciérrate y respira profundamente…
Recuerda: los niños no tienen la culpa de cómo manejamos y gestionamos nuestras propias emociones.
Los mensajes duros, directos y sin tacto no son motivadores para nadie, imagina cómo se lo toman los niños; son perjudiciales. Con el tiempo, pueden hacer que los niños tengan una visión negativa de sí mismos. En vez de criticar utiliza la palabra reflexionar.
Pautas para generales para una reflexión sana:
-Evita criticar delante de los demás y cuando estés enfadada.
-Dilo forma reflexiva y con suavidad.
5. Deja espacio para crear oportunidades de éxito
Hay maneras de crear oportunidades para que nuestras criaturas aprendan, sin evitar que nuestros hijos saboreen el fracaso.
Enseña a tu hijo a hacer cosas por sí mismo desde una edad temprana. Hacerse la cama o vestirse solo, por ejemplo, puede dar a un niño de preescolar una sensación de logro y orgullo.
Mide los retos que le pides sabiendo qué es lo que puede hacer o no dependiendo de su edad. Quieres que tu hijo acepte retos que no sean demasiado fáciles. Al mismo tiempo, no quieres que su hijo se enfrente a retos poco realistas o que no sean apropiados para su desarrollo.
Por ejemplo, si tu hijo se siente frustrado con su capacidad de lectura, ve con él a la biblioteca y escoge un libro conjuntamente que sea de su nivel. También podéis planificar ciertos momentos del día para leer cómo “los 30 minutos de lectura en familia” donde todos los integrantes de la familia escogen su libro y leen. A medida que las criaturas lean con éxito esos libros, no sólo ganará confianza, sino que también practicará sus habilidades de lectura. Más adelante, es probable que se enfrente a los libros de un nivel superior que le frustraron al inciso,.
También puedes crear oportunidades de éxito centrándote en los puntos fuertes de tu hijo. Fíjate en lo que le gusta y se le da bien y ofrece oportunidades para cultivar esas habilidades.
*Por último, cosas que te interesan.
-Los diarios que están revolucionando los hogares.
Comments